Ha concluido en el mes de julio el primer arco argumental de la nueva colección de Los Vengadores, escrita por el prolífico Brian Michael Bendis y dibujada por John Romita Jr. Los números americanos comprenden desde el Avengers Vol. 4 #1 al #6 (julio-agosto 2010). La inercia me llevó a continuar comprando la colección después de que las anteriores colecciones de Los Héroes Más Poderosos de la Tierra llegaran a su fin tras los sucesos de Asedio. De las tres colecciones que compro de Los Vengadores ésta es sin duda la que me está pareciendo más insípida y aburrida.
En esta primera historia Bendis sumerge al grupo de Vengadores supuestamente más carismático (recordemos que también están Los Vengadores Secretos y Los Nuevos Vengadores) en una aventura que pretende tener tintes épicos intentando rescatar el espíritu que siempre han tenido los cómics de Los Vengadores. Aquí se nos mezcla con poco acierto viajes temporales, universos alternativos, villanos ultrapoderosos, todo ello salpimentado por el estilo Bendis, es decir, haciendo más hincapié en los diálogos más o menos ingeniosos de los héroes que en la propia trama.
No nos engañemos, Bendis no es guionista para este tipo de historias épicas. De las colecciones de Los Vengadores actualmente en los quioscos ésta es la que adolece de más fallos, y no solamente de guión. Para empezar se rescata el concepto de los hijos de Los Vengadores, una idea proveniente de la película de animación Next Avengers: Heroes of Tomorrow siendo los cómics de los que hablo más o menos una continuación de la misma. Bendis intenta emular épocas pasadas más gloriosas con una historia que llega a ser bastante confusa y que resuelve de una manera facilona.
Como dije más arriba, no todos los fallos están en el guión. La historia de Bendis podría haber sido de agradable lectura si hubiese estado dibujada por un artista más competente. Si, digo competente a sabiendas de que muchos aficionados se me echarán encima por semejante blasfemia. Seamos sinceros, John Romita Jr. ha conocido tiempos mejores, porque en estos cómics demuestra que, o bien los ha realizado deprisa y corriendo, o bien su arte ya no es el que era. No estoy al tanto de las circunstancias en las que Romita ha dibujado este primer arco argumental de Los Vengadores, de si le han metido excesivas prisas o no. Lo que es palpable es que me quedo corto si afirmo que sus Vengadores son de lo peorcito que he visto en cómics últimamente. Tan solo algún número de la anterior colección de Los Vengadores dibujado por Howard Chaykin me pareció tan atroz.
Quizás la culpa haya que echársela a su entintador, Klaus Janson, pero a la vista de los continuos errores en las proporciones de los personajes y demás fallos garrafales no parece que este tenga mucha culpa de ello. Otra historia es la labor que está haciendo el magnífico Stuart Inmonen en la colección hermana, Los Nuevos Vengadores, con un trazo dinámico pero a la vez certero y expresivo. Y no digamos la maravillosa serie limitada Las Guerras Asgardianas que dibuja Alan Davis con guiones también de Bendis. Aunque sospecho de esta última colección que gran parte del guión se debe más a Davis que al propio Bendis. Por cierto, una pregunta para la editorial Panini, responsable de publicar Marvel en España: ¿Cuál es la razón de haber publicado en grapa Las Guerras Asgardianas (Avengers Prime), una miniserie de cinco números, cuando podría haberse recopilado en tomo? ¿Es que nos van a vender las cosas dos veces, como hacen siempre?
Bueno, volviendo a la serie que nos ocupa, he de decir que Bendis no es autor para cierto tipo de historias. Que no se meta en macrosagas épicas, que no le van ese tipo de historias. Que siga con sus aventuras urbanas y minimalistas de héroes y ladrones «encapuchados», que eso lo sabe hacer mejor. En cuanto al dibujo, las expectativas de la colección no son nada halagüeñas, pues después de Romita vendrá Chris Bachalo, un artista al que le tengo poco aprecio por su estilo cercano al manga, opuesto a lo que una colección como esta necesita. La cosa no está para ir tirando el dinero en colecciones que no aportan nada al leerlas y Los Vengadores de Bendis y Romita es una de ellas. Seguiré comprándola, eso sí, pero por puro completismo.