Aquí tenéis un extracto de la entrevistas que hizo Zoë Kravitz para MTV. La actriz, que interpreta a Ángel Salvadore en X-Men: Primera Generación, habla sobre su audición, su personaje, las expectativas de los fans y muchas más cosas.
– ¿Así que no tuviste que atarte unas alas de insecto?
No. Me hacían volar y hubo un mes entero de pre-producción para tomar decisiones sobre las alas, y cómo ponerlas, y las diferentes formas y colores. Y hubo mucho entrenamiento. Hice mucho trabajo con cables, así que tenía que estar muy fuerte.
– Ángel no es una de los personajes mejor conocidos, pero tiene un gran trasfondo en el que se escapa de casa y descubre su mutación. ¿Se ve alguno de esos orígenes en la película?
Tiene un trasfondo genial, pero no está en la película. La conoces ya más tarde cuando están reclutando a esos mutantes para formar el primer grupo de X-Men. Pero fue realmente útil par ami conocer toda esa información para darle forma al personaje. Pero quién sabe que pasará en el futuro. Esperemos que continúen con ella.
– ¿Qué ocurre con esa escena del tráiler en la que salís tú, James McAvoy y Michael Fassbender? Estás sin parte de arriba en una especie de habitación roja.
Es realmente divertida. Vienen a buscarme, sabiendo mi mutación, y yo estoy trabajando en un club de gogós. No sé que ellos están ahí para eso, así que los llevo a una habitación para hacerles un baile privado y entonces nos enseñamos unos a otros nuestros poderes.
– ¿Las alas están hechas totalmente por ordenador?
Sí. Los tatuajes realmente están ahí y las hacen salir de los tatuajes por ordenador.
– ¿Hubo alguna escena que fue particularmente difícil o de la que te sientas orgullosa?
Nunca resulté herida, así que nada fue demasiado peligroso. Hay una gran escena en la playa al final, y fue rodada en Georgia. Me tuvieron colgada con cables realmente alto y subiendo y bajando por la playa. Hacía bastante frío y yo llevaba esos pantalones de cuero y la parte de arriba con la espalda al descubierto. Duró una semana, subiendo y bajando y helándome el culo. Y después hubo una escena que no tuve que hacer. Colgaron a mi doble de un helicóptero sobre el océano. Fue como, ‘¿Qué puedo hacer yo eso?’. Y ellos me dijeron, ‘Um, no’.