Los X-Men vuelven a Nueva York, aunque temporalmente

Después de luchar contra una legión de vampiros en la Costa Oeste, una visita de los X-Men a la Costa Este debería ser, en teoría, un poco más tranquila. Desafortunadamente, el guionista Victor Gischler parece no estar de acuerdo, porque con el comienzo del segundo arco argumental de los X-Men en el número 7 (ya a la venta en Estados Unidos), los poderosos mutantes van de cabeza a una aventura por las cloacas de la ciudad de Nueva York con el mismísmo Spiderman.

Proteger y Servir da comienzo a una nueva era para los X-Men, una era con menos separatismo y más heroísmo. Desde los eventos del Día M, cuando la Bruja Escarlata pronunció las fatídicas palabras «no más mutantes», los X-Men en general, y Cíclope en particular, han luchado para mantener a su especie con vida. Sin embargo, más recientemente, la amenaza vino de una parte que nadie esperaba: una legión de vampiros liderados por el hijo de Drácula, Xarus.

Esa guerra entre mutantes y no-muertos tuvo consecuencias, y dejó a algún mutante cambiado para siempre, como Júbilo, que ahora es una chupasangre. Sin embargo, no será en este arco donde se verá qué le deparará ahora a la mutante. Sí, habrá referencias y se verá la actitud del grupo al respecto, que la acepta porque es una más, pero que no la puede dejar campar por ahí a sus anchas porque ahora es una vampiresa. De momento, las andanzas de Júbilo se podrán seguir mejor en Wolverine & Jubilee.

Después de esta historia a lo grande protagonizada por casi todos los X-Men, la segunda aventura de Gischler se centra más en un pequeño grupo que se dirige a Nueva York a investigar una serie de misterios junto al lanzarredes más famoso del mundo. Veremos pues a Cíclope, Tormenta, Gambito, Lobezno y Emma Frost, o lo que es lo mismo, el arco se centrará en cinco de los personajes «clásicos» más populares. Según Gischler, la razón de escoger a estos personajes es la necesidad  de cada uno en determinados momentos, ya que sus poderes y personalidades encajan a la perfección con detalles en particular y con la historia en general.

¿Y cómo encaja Spiderman en todo esto? Bueno, el trepamuros hará de bufón, básicamente. Bueno, quizás decirlo así sea exagerar, pero la propuesta de Gischler es que entre gran cantidad de humor por esa vía. Esto no significa que no vaya a ser serio, porque el hombre araña tiene que lidiar con los misterios que han llevado a la ciudad a los mutantes y con sus antiguos asuntos, pero ya conocemos cómo se las gasta este Spiderman.