El director Kenneth Branagh habló con la revista Empire dando un poco más de información sobre cómo quería hacer la película del Dios del Trueno y sobre en qué se inspiró para ello.
Quería que fuese un elemento contemporáneo a la historia. La idea de un pez fuera del agua, un exótico asgardiano llegando a la Tierra del presente, era importante para mí. También queríamos que las dinámicas familiares fueran el centro de las cosas. Hicimos que las relaciones fueran paralelas a historias bíblicas: rivalidad mortal entre hermanos, padres en guerra con sus hijos, el aislamiento del pequeño círculo real. El tratamiento de Shakespeare de los problemas familiares derivados de la riqueza y el poder también fue una inspiración.