Algunas veces, lo mejor y más valiente que puedes hacer por ti es abandonar, y el personaje titular de Marvel Comics X-23 es un claro ejemplo de ello. Laura Kinney no nació realmente, sino que fue creada en un programa clandestino del gobierno cuya meta era crear una máquina de matar tan peligrosa como el programa Lobezno de Arma X. La clonación parecía la forma más fácil de alcanzar la meta, aunque el material genético disponible solo hacía viable un clon femenino. Y con esto, nació X-23.
Los maestros de X-23 quería un arma, no una persona, y para alcanzar esa meta empezaron a someterla a un atroz abuso físico y emocional a la edad de siete años. Una vez que se convirtió en una adolescente, el programa se las arregló para que tuviera lugar un incidente que terminó con X-23 asesinando al doctor que había servido como su madre postiza. Esta experiencia traumática despertó las emociones de Laura y le dio la fuerza para «abandonar» el programa y escapar de sus torturadores del gobierno. Después de pasar un tiempo viviendo en las calles, X-23 se esforzó y eventualmente se unió a los X-Men.
Sirvió para los X-Men con distinción, pero recientemente se ha dado cuenta de que ha caído en viejos patrones. Aunque los X-Men la trataron muy bien, básicamente ha cambiado una organización de estilo militar por otra. Recientemente, un Lobezno poseído por un demonio llegó hasta X-23 a través de sus sueños en un intento por convertirla en su ejecutor jefe. X-23 fue capaz de resistir su encanto, pero la experiencia hizo que se diera cuenta de que necesitaba abandonar a los X-Men y encaminarse en un viaje que le llevara a descubrirse a sí misma.
En el número 4 de X-23, que se publica este mes de diciembre, Marjorie Liu, guionista de la serie, junto al dibujante Will Conrad, darán comienzo a ese viaje de la protagonista. A continuación os dejo un enlace a una entrevista en inglés con CBR donde Liu habla de ello.