Por Chemari-Wan Kenobi.
Formato grapa. Mensual.
Brian Michael Bendis, Michael Lark, Stefano Gaudiano y Matt Hollinsworth.
Aquí empieza el nuevo evento anual de Marvel que nos conducirá a “la Era Heroica”. El imperio de Osborn se desmorona: su cordura pende de un hilo, su política súperheroca es un desastre y sus aliados políticos tienen su propia agenda.
Bendis ejerce como supo pontífice de “la Casa de las Ideas” y comienza a narrarnos el principio del fin de su plan supremo. Tras pasar años colocando sus fichas de dominó en una ordenada fila, está a punto de golpear la primera de ellas y provocar una reacción en cadena que volverá a sacudir las cabeceras de la editorial.
Como hemos podidos seguir en diferentes títulos de la editorial, Osborn vuelve a tener problemas para controlar su faceta psicótica y el Duende Verde amenaza con tomar el control del hombre más poderoso del mundo. Mientras, sus aliados comienzan a traicionarle uno tras otro. Su imagen pública se ve dañana por la resistencia de los héroes alineados contra el acta de registro superheroico. Y para rematar la faena, el Doctor Muerte ha desencadenado un importante incidente internacional.
Asedio Nº 0 nos recuerda que, igual que la “Guerra Civil” comenzó por un accidente fortuito, las cosas pueden volver a cambiar con la misma facilidad, y si Osborn quiere que la situación cambie a su favor, debe controlar las condiciones de ese accidente “fortuito” y tomar ventaja de ellas. Así, este número de presentación nos mostrará como un desequilibrado Osborn confía en Loki para mantener su posición de poder.
Tal vez la mejor manera de conseguirlo sea usar en su favor los recientes acontecimientos de Latveria (seguir la serie de Thor para más información): Muerte ha dado asilo a los dioses asgardianos, pero, en realidad, el gesto de buena voluntad, como no podía ser de otra manera, es la una maniobra para obtener el poder de los dioses nórdicos y poder liberarse del control de Osborn.
El trabajo de Bendis es, como siempre, estupendo. Su manejo de los diálogos y de las situaciones es envidiable pero, en esta ocasión, comienza a ser patente que el peso de la continuidad, tantos número y tantas series, comienza a ser un lastre que entorpece el desarrollo de la trama. Esperemos que con el gran final se pueda hacer un reinicio generalizado que nos permita volver a una situación agradable para el lector, en la que nuestos personajes preferidos puedan volver a protagonizar sus propias historias y no depender de una situación anómala como es el papel de Normal Osborn como “superpoli” del mundo. Nno nos engañemos, a nadie le gustan los Vengadores Oscuros.
El trabajo de Lark y el acabado gráfico en general es sobrio, potente y seguramente sea lo que más se disfruta de este número, que sirve como excusa para contarnos algo que todo seguidor de Marvel ya conoce, pero que puede ser utilizado como resumen y para enganchar a nuevos lectores.