[Crítica] Spider-Man: Shattered Dimensions

PRESENTACIÓN

Spider-Man, el Hombre Araña, uno de los superhéroes más famosos del mundo. Fue creado en 1962 por Stan Lee y Steve Ditko, y apareció por primera vez en el número 15 de Amazing Fantasy. El éxito fue tan grande y tan inmediato, que no tardó en hacerse con su propia serie regular, The Amazing Spider-Man.

Desde entonces, la popularidad del personaje no ha hecho más que crecer, y el mundo está plagado de todo tipo de referencias, con merchandising de todas las índoles, series de televisión de imagen real y animación, etc. Pero no ha sido hasta hace relativamente poco cuando el personaje ha calado definitivamente entre el gran público gracias a la exitosa trilogía cinematográfica dirigida por Sam Raimi.

Una más que decente primera parte, contando el origen del héroe arácnido, seguido por una bastante buena secuela y una mediocre tercera parte, ayudaron a que la locura por el alter ego de Peter Parker se desatara entre niños y mayores que antes apenas habían oído hablar del superhéroe.

Esto, sumado al auge y popularidad que viven hoy en día los superhéroes gracias a la invasión cinematográfica que se está produciendo (ya sólo con las películas de Marvel la que nos espera es de traca), proporciona un filón que la industria del videojuego no puede dejar pasar de largo. No es que no haya habido juegos de superhéroes hasta ahora, porque los ha habido, y muchos, y muy buenos. Pero con la fiebre actual que se ha desatado, y con una nueva película de Spider-Man en un horizonte muy cercano, a Activision se le han puesto ojos con el símbolo del dólar y ha decidido que es tan buen momento como otro cualquiera.

Sin embargo, a pesar de todo lo que he comentado, Spider-Man no es un personaje que goce de buena reputación dentro del mundo del videojuego. Hay infinidad de títulos basados en él, pero muy pocos consiguen estar a la altura que Spidey se merece. De hecho, la propia Activision ha reconocido que los juegos anteriores del personaje han sido mediocres, y se han propuesto hacer justicia de una vez por todas.

HISTORIA

El primer paso consistió en buscar una historia decente. Lógicamente, lo más normal era dejar a un lado la ya trillada historia del origen, en el que Peter Parker es picado por una araña radiactiva que le otorga la fuerza y agilidad proporcionales de una araña, así como la habilidad de trepar por las paredes y detectar el peligro. La muerte del tío Ben, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, Gwen Stacy, la historia de amor con MJ…, todas esas cosas ya están más que contadas una y otra vez desde mil puntos de vista diferentes en cómics, películas y juegos. Hace falta originalidad, algo que aún no se haya visto fuera de los cómics, y será por material…

Imagino que no hizo falta indagar demasiado hasta que a alguien se le ocurrió una, a priori, original y genial idea. El universo de Spider-Man en los cómics es amplio, y cuenta con varias colecciones y realidades alternativas que quizás podrían ser útiles.

Por un lado está la serie principal Amazing Spider-Man, que es la que todos conocemos y que transcurre dentro de la continuidad oficial de la Casa de las Ideas, algo que también hace la serie 2099, pero en el futuro. En esta serie estilo Blade Runner, creada en 1992 por Peter David y Rick Leonardo, se nos muestra a Miguel O’Hara, un tipo que sufre un accidente en el que recibe unos poderes parecidos a los del Spider-Man tradicional, aunque con algunas variaciones (vista mejorada, mordedura venenosa, garras para adherirse a las paredes, etc.)

Por otro lado tenemos la serie regular de Spider-Man dentro del Universo Ultimate, creado en el año 2000. Aquí, Mark Bagley y Brian Michael Bendis deciden llevar a cabo un reinicio de una continuidad de casi 40 años del personaje para adaptarlo a los nuevos tiempos que corren, algo que en realidad era el objetivo de toda la línea Ultimate y que se llevó a cabo con una gran cantidad de personajes y series. Así, Peter Parker volvía al instituto, volvía a ser picado por una araña y todo se volvía a repetir, aunque desde un punto de vista más moderno, con unos dibujos más actuales y con una renovación de los personajes, su actitud, su estilo de vida y el mundo en el que viven. A día de hoy, todo ha tomado un camino diferente al del universo tradicional, con nuevos personajes, historias distintas y acontecimientos diferentes.

Finalmente, y no por casualidad, se optó por incluir un mundo alternativo creado recientemente, en 2009. Se trata de Noir, un mundo en el que se puede ver qué hubiera ocurrido si los superhéroes hubiesen vivido en los años 30, época dorada de la mafia y los detectives, como si de una película de cine negro se tratase. Aquí Peter Parker también es picado por una araña, en esta ocasión mágica, que le otorga los poderes que ya conocemos.

Ahora sólo falta encontrar un punto de unión entre esas cuatro dimensiones, y las claves son el villano Misterio y una extraña tablilla de piedra. La historia comienza con Misterio entrando en un museo con el objetivo de robar dicha tablilla, pero allí está Spider-Man para evitar el hurto. Lamentablemente, durante la lucha entre ambos personajes, la tablilla se rompe en varios pedazos y una luz cubre todo el museo, desapareciendo instantáneamente tanto Misterio como los distintos trozos de piedra.

Spider-Man se queda un poco descolocado, pero apenas tiene tiempo de reaccionar cuando aparece la enigmática Madame Web para explicarle lo que acaba de ocurrir. Esa tablilla posee un poder inmenso, y si alguno de los trozos cae en manos equivocadas puede suponer un problema muy gordo. Por tanto, el Hombre Araña debe recuperarlos cuanto antes, pero existe un pequeño problema, ya que los trozos se han esparcido por diferentes dimensiones: la del propio Spidey, la de un presente sincronizado con el suyo, una dimensión pasada y otra futura. Al igual que a él, Madame Web ya ha avisado a todos los Spider-Man de las diferentes dimensiones, así que ahora sólo queda ponerse en la piel de cada uno de ellos para recuperar los fragmentos desaparecidos.

Como podréis suponer con lo que ya os he contado, las cuatro dimensiones se corresponden con Amazing Spider-Man (la actual), Ultimate Spider-Man (la sincronizada), 2099 (la futura) y Noir (la pasada). Cada una de ellas se diferencia de las demás en el personaje, que tiene una personalidad ligeramente distinta (e incluso en el caso de 2099 ni siquiera es Peter Parker), en la ambientación, en el estilo de juego y en las habilidades y movimientos del personaje. Así, por ejemplo, tenemos a un Spider-Man de toda la vida (con ese humor, esa ironía y esa labia que rivaliza con el mismísimo Mercenario Bocazas), a otro más adolescente que hace uso del simbionte con su traje negro, a un tercero más dinámico rodeado de tecnología futurista, y finalmente a otro que usa la oscuridad y el sigilo para acabar con sus enemigos.

Bien, planteado esto, la historia está ahí y parece elaborada. Sin embargo, a medida que avanza el juego, vamos viendo que al final todo se reduce a realizar misiones de “búsqueda” de los fragmentos en cada una de las cuatro dimensiones, fragmentos que siempre están en posesión de un villano clásico de esa realidad al que tendremos que derrotar. Así hasta acabar el juego. Y quiero hacer hincapié de nuevo en las comillas de la palabra “búsqueda”, porque no quiero dar a entender que realmente se trata de buscar algo, sino que se trata de seguir por el camino marcado que nos propone el juego sin un mínimo de posibilidad de exploración, ni misiones secundarias, ni rutas alternativas, ni nada que se le parezca.

JUGABILIDAD

Dicho esto, el sistema de juego queda ya un poco claro. Tenemos tres actos divididos en cuatro fases (una por cada dimensión), es decir, un total de 12 misiones. Por un lado están las de acción, de estilo hack’n’slash de ese que tan de moda está, y por el otro las de sigilo que nos proporciona la dimensión Noir.

Las misiones de acción son muy al estilo God of War, un título referente dentro del género, eso sí, con un rango bastante amplio de movimientos y combos que iremos desbloqueando poco a poco. A esto hay que añadir las posibilidades que nos dan las telarañas, que podremos lanzar para “atontar” a los enemigos o para balancearnos por el escenario. También podemos hacer uso del sentido arácnido, que nos avisa cuando un enemigo nos va a atacar, pero que en realidad es algo meramente anecdótico, porque por instinto siempre se acaba esquivando o contraatacando antes de que el propio sentido arácnido avise. Cuando sí que es útil esta habilidad de Spider-Man es cuando la activamos para poder resaltar objetos o enemigos ocultos, o verlos a través de paredes, una característica extremadamente parecida a cierto modo Detective de otro conocido juego de superhéroes.

Por lo demás, las misiones no consisten en otra cosa más que machacar botones por un escenario que, como ya he dicho, es totalmente lineal y cerrado, y que casi siempre (por no decir siempre) sigue la misma estructura narrativa: aguantar la charla del malo de turno, acabar con los matones, primer enfrentamiento con el malo a mitad de fase, más matones y enfrentamiento final. Vale, es cierto, a veces también hay que parar en un área determinada a rescatar rehenes, pero se trata de una diminuta isla en medio del océano. Lo único que realmente se sale de la norma es lo que nos propone la Telaraña del Destino, un entramado de logros que se reparten entre las distintas fases y que nos proponen nuevas formas de acabar con los enemigos, nuevas formas de jugar, encontrar objetos escondidos, etc., y además nos recompensa con esencia arácnida, que se puede usar para comprar nuevas habilidades, combos, salud, trajes, etc. La esencia arácnida es muy importante si se quiere avanzar en el juego, ya que las características desbloqueables son muy útiles e incluso necesarias, así que hay que dar gracias a que no sólo se consigue desbloqueando logros, sino también matando enemigos, destrozando objetos o recolectando una especie de monedas.

¿Y entonces cuál es la diferencia entre Amazing, Ultimate y 2099, os preguntaréis? Pues la verdad es que no hay mucha más allá de la ambientación. Las habilidades desbloqueables pueden variar de una dimensión a otra, siendo algunas exclusivas de un Spider-Man en concreto, pero no hay mucho más. Destacan quizás un par de habilidades exclusivas de las dimensiones 2099 y Ultimate, siendo la de la primera una especie de tiempo bala y la de la segunda un modo Furia, Berserk o como queráis llamarlo, porque al final es lo mismo que en todos los juegos.

La dificultad del juego, así como la IA de los enemigos en estas dimensiones es un poco escasa. La cosa sólo se complica en ciertos momentos en los que el número de enemigos es exagerado y, por supuesto, en las batallas finales contra los villanos (bastante épicas, por cierto). De todos modos, en esas batallas finales se cumple un clásico de la historia de los videojuegos: cada villano tiene un estilo y sigue una tónica en sus acciones, así que basta con descubrir cuál es y cómo actuar, y a partir de ahí ya sólo es cuestión de tiempo (a veces demasiado).

Como habéis podido comprobar, he dejado la dimensión Noir para el final. Las fases ambientadas en esta realidad alternativa son tan diferentes del resto que en verdad merecen que se hable de ellas aparte. Aquí la acción no es lo más importante, aunque la hay, ya que también te puedes liar a mamporros, pero así la esperanza de vida es menor y la diversión escasa. Aquí lo principal es el sigilo, el moverse entre las sombras, el acabar con los malos en silencio. Sí, lo habéis adivinado, se trata de una copia total y absoluta de Batman: Arkham Asylum (pero peor, todo sea dicho de paso). Es lo primero que inevitablemente se te viene a la cabeza al jugar los primeros 30 segundos en esta dimensión mientras acabas con un enemigo descolgándote de un saliente de la pared. Aún así, si obviamos eso, esta dimensión se acaba apreciando como lo mejor del juego, sin lugar a dudas, por aportar algo que aún hoy en día es original, y que se desmarca claramente del resto del contenido del título.

APARTADO TÉCNICO

En el apartado visual, Spiderman: Dimensions nos ofrece lo que cabría esperar, unos gráficos cell-shadding que buscan parecerse lo máximo posible a un cómic viviente, y vaya si lo consiguen. La sensación visual es más que notable, con unos acabados que parecen hechos a mano por los mismísimos dibujantes de los tebeos, tanto en los personajes, que son completamente fieles a los del papel, como en los entornos, que se inspiran y se adaptan perfectamente al villano principal contra el que nos enfrentemos en el nivel correspondiente.

Obviamente, cada dimensión cuenta con su propio estilo gráfico, siendo Amazing y Ultimate muy similares, aunque con toques de distinción, como un enfoque más juvenil y algo más amenazante por la presencia del simbionte en Ultimate. Pero donde realmente vemos algo diferente es en 2099 y Noir. En el primer caso tenemos un toque futurista de muchas luces, grandes edificios y coches voladores, todo rodeado de tecnología punta digna de cualquier película de ciencia ficción. En el segundo caso la oscuridad y los colores oscuros priman sobre todas las cosas, adoptando todo una tonalidad con blancos y negros que realmente nos hace sentir como en una película de gangsters, y que nos incita a ir de puntillas entre las sombras para que no detecten nuestra presencia ni por un segundo.

Donde también se aprecia un buen trabajo es en la animación, claro que tampoco es muy complicado cuando se trabaja con gráficos cell-shadding que buscan aparentar ser los dibujos de un cómic. Pero bueno, haber hay de todo, y por ello hay que agradecer que en este caso se hayan hecho las cosas bien.

Ahora bien, puestos a poner peros, es una pena que se hayan descuidado pequeños detalles que, aunque no están muy presentes, tampoco costaba demasiado prestarles un poco más de atención y darles un poco más de cariño. Un ejemplo: los rehenes, que parecen muñecos articulados sólo por dos sitios. Otro detalle negativo gira en torno a la falta de variedad en los enemigos, que no chirría mucho porque el juego no es muy largo y varían de dimensión a dimensión, pero bueno, está ahí y merece ser comentado.

En cuanto al sonido, el juego cumple como obligatoriamente tiene que cumplir, pero no destaca en este aspecto en absoluto. Los efectos sonoros son lo normal que se puede encontrar en cualquier juego de acción, mientras que la banda sonora es algo de lo que ahora mismo ni siquiera puedo acordarme, lo cual ya dice mucho de su notoriedad. Lo que sí destaca es el doblaje, que si bien a España no ha llegado en castellano, sino con subtítulos, el doblaje original cuenta con personalidades de lujo, como Neil Patrick Harris (Barney Stinson en Cómo Conocí a Vuestra Madre) en el papel del Spider-Man de Amazing, o el mismísimo Stan Lee como narrador. Lo que es una pena es que sólo estén subtituladas las escenas importantes, perdiéndose en el limbo (si no se sabe inglés) los chascarrillos, ironías, bromas y tonterías que suelta Spidey a veces cuando está antes sus enemigos.

Finalmente, comentar que Spiderman: Dimensions es un hervidero de frikismo en cuanto a contenido. Los neonatos podrán aprender un poco más sobre el universo que rodea a este personaje, mientras que los fans podrán saciar su sed arácnida sin problemas. El simple hecho de avanzar en el juego y conseguir logros irá desbloqueando contenido extra en forma de fichas de personajes, figuras, artes conceptuales, trajes alternativos, vídeos, fotos, curiosidades, etc.

CONCLUSIÓN

En definitiva, estamos ante un juego que, sin ningún lugar a dudas, saciará a los fans más acérrimos de Spider-Man, contentará a los simpatizantes, dejará buen sabor de boca a los amantes de los hack’n’slash y causará indiferencia a los que simplemente lo prueben porque no tienen otra cosa a la que jugar. No es un mal juego, pero tampoco es el mejor que se ha hecho del personaje hasta la fecha. Sí es cierto que aporta variedad y tiene partes realmente grandiosas, no hay por qué mentir, pero por mi parte seguiré esperando el juego de Spider-Man definitivo.